Las investigaciones han llevado a una mejora significativa en las tasas de supervivencia y en la calidad de vida de las personas con este padecimiento, pero continuar con los esfuerzos de concienciación y prevención del tabaquismo sigue siendo fundamental para reducir el riesgo de cáncer de pulmón.
La broncoscopia de autofluorescencia, puede ayudar a los médicos a localizar algunos cánceres de pulmón de manera prematura.
La prueba consiste en insertar un broncoscopio a través de la boca o la nariz hasta los pulmones. El extremo del broncoscopio tiene una luz fluorescente, en lugar de la luz normal (blanca).
La luz brillante muestra un color diferente en las partes sanas de las vías respiratorias. Algunas de estas áreas podrían no ser visibles con la luz blanca, esta diferencia en el color puede ayudar a los médicos con la detección temprana.
Cuando ya existe un diagnóstico se usa cirugía torácica asistida por video (VATS) como tratamiento de tumores pequeños en el pulmón. Este proceso permite a los médicos quitar partes del pulmón a través de cortes pequeños; actualmente se analiza si la VATS se puede usar en tumores de mayor tamaño.